La 4-bromo-2,5-dimetoxifenetilamina o 2C-B fue sintetizada por primera vez en 1974 por Alexander Shulgin. Se popularizó en los 80, sobre todo a partir del año 1985, cuando se prohibió la MDMA. En 1994 se fiscalizó e ilegalizó la tenencia y el uso de 2C-B en los EE. UU. y a partir de ahí se hizo extensiva en pocos años la prohibición en todo el mundo.
Existen muchas otras sustancias de esta familia, como la 2C-C, la 2C-D, la 2C-E, la 2C-I, la 2C-T-2 o la 2C-T-7, por ejemplo, consumidas muy ocasionalmente y por un ínfimo porcentaje de la población. La propia 2C-B, sobre la que no hay estudios estadísticos desglosados, presenta una prevalencia en los últimos 12 meses en cualquier caso muy inferior al 0,6 % de la población y, más que probablemente, mucho menor del 1 ‰.1 Fundamentalmente de ella, por ser con diferencia la principal de la familia, nos ocuparemos a continuación.
1. COMPOSICIÓN
4-bromo-2,5-dimetoxifeniletilamina o 2C-B. A pesar de su nombre pronunciado en inglés y vulgarizado, lo que hoy circula en la calle como “tusibi”, y gracias a la desinformación mediática, (ver el epígrafe correspondiente en esta guía) es una mezcla teñida de rosa que, en la mayoría de los casos, contiene proporciones desconocidas de ketamina, MDMA y cafeína, y no tiene nada que ver con la “nexus”.
2. PRESENTACIÓN
La más habitual es en comprimidos que pueden ir desde los 5 a los 30 miligramos (entre 16 y 20 mg es lo más frecuente) aunque también es posible encontrarla en polvo o cápsulas.
3. PROPIEDADES
La 2C-B es una feniletilamina cuyos efectos subjetivos se suelen describir como un término medio entre la LSD y la MDMA. En ocasiones fue vendida como “éxtasis” o MDMA (y conocida entonces como “pastilla triposa”). En cualquier caso, dichos efectos difieren de consumir mezcladas LSD y MDMA. A dosis bajas predominan los efectos estimulantes y entactogénicos, y los efectos psicodélicos se acrecientan conforme éstas se aumentan.
Generalmente, los efectos tardan en aparecer entre una y dos horas, dependiendo de si se tiene el estómago vacío o lleno, y duran entre 4 y 8 h, siempre en función de la dosis y de la persona. Al inicio de la experiencia puede darse una sensación de inquietud pasajera y de aumento de la energía en el cuerpo, así como la de comenzar a percibir las cosas de distinta manera a la cotidiana. Posteriormente, se producen efectos como la aparición de patrones visuales con ojos abiertos y cerrados, estimulación mental, sensación de perspicacia, cambios emocionales (bien hacia el buen humor o hacia la introspección), etc.
El propio Shulgin consideraba que si alguna vez la química daba con un afrodisíaco idóneo, éste tendría la estructura de la “nexus”. Este investigador reportó en su magna obra Phikal, que con 20 mg de esta sustancia su cuerpo: “estaba inundado de orgasmos, prácticamente por solo respirar, y hacer el amor bajo sus efectos… fue fenomenal, apasionado, extático, lírico, animal, amoroso, tierno, sublime, la música era voluptuosa, casi tridimensional”.2 Sin embargo, nada es gratuito, y esto puede tener su coste si no se vigilan muy bien las condiciones del viaje, incluida la dosificación de la sustancia y el, siempre recomendable, análisis previo en algún servicio de reducción de riesgos para evitar sorpresas. Al igual que en el caso de la MDMA, se publican listas con los comprimidos analizados en laboratorio (por ejemplo, en energycontrol.org) y se pueden consultar los últimos análisis a nivel europeo con la aplicación Tripapp.
4. POSOLOGÍA Y VÍAS DE ADMINISTRACIÓN:
Las dosis habitualmente consumidas oscilan entre los 8 y los 20 miligramos por vía oral. Cada persona reacciona de forma diferente a esta sustancia, claro, por lo que conviene tomar poco la primera vez para asegurarse de que el efecto es el deseado. Además, en el rango de los 14 a 24 miligramos, una diferencia de 2 miligramos puede suponer un incremento importante en el efecto. A partir de los 40 miligramos el viaje puede provocar formas agudas de miedo aunque las constantes vitales siguen funcionando correctamente. Se considera una dosis baja hasta los 10 mg, moderada entre los 10 y los 24 mg y alta entre 25 y 40 mg.
Se desaconseja totalmente el consumo esnifado de 2C-B. No se conocen casos de muerte o reacciones graves por esta vía, pero sí con otras sustancias de la misma familia (feniletilaminas). En caso de optar por esta vía no sobrepasar la mitad de la dosis oral para cada uno de los intervalos propuestos más arriba.
5. PRECAUCIONES
Se trata de una sustancia menos conocida en comparación con otras drogas como la LSD o la MDMA; no se dispone de demasiada información. En todo caso, las precauciones son similares a las que hay que tener con el consumo de cualquier fármaco psicodélico. Por eso, es fundamental que las condiciones conocidas como set (las características personales y el estado de ánimo) y el setting (el ambiente o contexto, que debe de ser agradable, amigable y seguro) sean las adecuadas para el buen desarrollo de la experiencia y evitar sobre todo los “malos viajes” improductivos (no los de otro tipo, ver el epígrafe dedicado a la LSD, por ejemplo).
La buena concurrencia de estos elementos permitirá que la usuaria se pueda dejar llevar por el viaje y aumentar la posibilidad de tener una experiencia útil, placentera y lo más segura posible.
6. EFECTOS SECUNDARIOS
Como efectos secundarios pueden aparecer náuseas, nerviosismo, confusión, ansiedad, frío o calor, y, en general, los habituales que pueden provocar los psicodélicos.
7. INTERACCIONES
Algunas consumidoras combinan MDMA y 2C-B. Para ello suelen tomar primero la MDMA y, cuando los efectos son patentes, ingieren la 2C-B. Esta mezcla aumenta la estimulación y potencia también los efectos psicodélicos. Por todo ello se aconseja reducir la dosis de ambas sustancias, teniendo presente que los efectos se potencian el uno al otro (es decir, se produce una sinergia entre ellos).
La combinación con alcohol, al igual que ocurre con otros psicodélicos, puede enturbiar bastante la experiencia y hacer que ésta sea más confusa, por lo que está totalmente desaconsejada.
La mezcla con estimulantes (cocaína, “speed”, etc.) empeora los efectos psicodélicos y suele provocar exceso de estimulación y nerviosismo.
8. CONTRAINDICACIONES
En niñas/os, mujeres embarazadas o en período de lactancia. Si se padece cualquier enfermedad, se está tomando cualquier medicación, se padece de un trastorno psicológico o se está pasando por un mal momento personal. Su consumo es incompatible con una conducción segura de vehículos.
9. INTOXICACIÓN
Pese a que hay referencias de dosificaciones de hasta 100 miligramos en las que las constantes vitales continuaron funcionando correctamente, los efectos visuales y psicológicos pueden llegar a ser extremadamente intensos. En caso de una sobredosis deberán tenerse en cuenta las mismas consideraciones que para un “mal viaje” de LSD u hongos psilocibios. Se debe retirar a la persona de zonas bulliciosas y ruidosas hacia un lugar tranquilo y aireado, hablarle de forma calmada y concienciarla de que se está bajo los efectos de la 2C-B y de que éstos remitirán en pocas horas, dejándose llevar por la experiencia y sin luchar contra los efectos. Tanto si la ansiedad se prolongase como si aparecen ideas extrañas y delirantes, agresividad, etc., será necesario acudir a los servicios sanitarios.
10. ASPECTOS LEGALES
Su posesión o consumo en lugares públicos está sancionado (desde la puesta en vigor de la Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de protección de la seguridad ciudadana, conocida popularmente como “Ley Mordaza”) con una multa mínima de 601 euros. El tráfico, por considerarse legalmente entre las drogas que pueden causar «grave daño a la salud», es considerado un delito penal y acarrea entre 3 y 6 años de cárcel y una multa de hasta tres veces el valor de la droga.3
11. BREVES NOTAS SOBRE OTROS DERIVADOS.
Como comentábamos al principio, si el consumo de “nexus” es porcentualmente muy muy pequeño, el de otros derivados (como por ejemplo, la 2C-C, la 2C-D, la 2C-E, la 2C-I, la 2C-T-2 o la 2C-T-7) es completamente residual y sólo se lleva a cabo en determinados ambientes psiconáuticos y/o en algunos festivales o raves a los que acuden personas con estos perfiles. En cualquier modo, conviene saber de su existencia porque siempre puede aparecer algún caso y/o consulta, máxime si aparecen en alguna película o serie de moda entre población más joven.4
1 Como ya dijimos, los estudios en España preguntan por el consumo de “alucinógenos” en general (con ese mal uso del término) y éstos indican una prevalencia en los últimos 12 meses del 0,6 %, por lo que no hay datos detallados sobre la “nexus”.
2 Ver Shulgin, A. y A., Tihkal y Pihkal, Ed. Manuscritos, Madrid, 2012, textos ambos que no necesitan presentación. Son las enciclopedias químicas por excelencia sobre triptaminas y sobre feniletilaminas (respectivamente), que también cuentan con relatos experienciales.
3 Esta es la legislación actual, en el momento de escribir este documento (abril de 2023) Sin embargo, la citada Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de protección de la seguridad ciudadana está en trámite de modificación y parece que las multas por tenencia simple pasarán a ser consideradas leves (con una cuantía de entre 100 y 600 euros) y el consumo en la vía pública seguiría castigándose con 601 euros de multa mínima.
4 Por ejemplo, en al menos un capítulo de la primera temporada de la serie Euphoria, se mencionaron la 2C-T-2 y la 2C-T-7, además de otras NPS.
CONSERVACIÓN
Es conveniente guardarla en un envase hermético, a ser posible con un desecante (gel de sílice) y alejada de la luz.
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