LA NARANJA MECÁNICA Y EL MINISTERIO DE SANIDAD
Fuentes cercanas al gobierno entrante acaban de informar que entre los acuerdos alcanzados por la coalición se encuentra una cláusula para la reeducación forzosa de la Ministra de Sanidad todavía en funciones, María Luisa Carcedo.
Ante sus repetidas demostraciones de ignorancia y su recurrente negativa a enmendarlas, finalmente su propio partido ha accedido a la petición de someterla a un tratamiento basado en la obra clásica llevada al cine por Stanley Kubrick.
Así, Carcedo será atada a una silla y obligada a mantener los ojos abiertos frente a una pantalla en la que se sucederán los estudios más reputados sobre las aplicaciones médicas del cannabis (incluyendo, por supuesto, nutrida información sobre el propio sistema endocannabinoide), sobre la utilidad terapéutica de la MDMA (tanto para el tratamiento del estrés post-traumático como para otras indicaciones) y sobre los posibles tratamientos con sustancias psicodélicas (LSD, psilocibina, etc.) para diferentes afecciones o incluso su uso para la potenciación de capacidades.
Durante 6 días, según un régimen de 14 horas diarias (sólo interrumpido para satisfacer sus necesidades mingitorias y defecatorias, pues será alimentada mediante una sonda) seguirá este estricto tratamiento de erradicación forzosa de la ignorancia, que será rematado en una séptima jornada dedicada al análisis de los orígenes y los efectos de la doctrina prohibicionista (la “guerra contra (algunas) drogas”), a ver si por fin entiende algo, la pobre…
Dadas las especiales condiciones de la paciente y de su falta de plasticidad neuronal (tan generalizada, por otro lado…) durante todo el tratamiento se le administrarán dosis umbrales de fármacos psicodélicos, espaciadas en el tiempo para evitar la tolerancia y con variaciones significativas de sustancias, para evitar incluso la tolerancia cruzada entre dichos fármacos. Se finalizará proporcionándole una dosis de MDMA, para que pueda realizar la adecuada integración emocional de la experiencia.
Las mismas fuentes han aclarado que, si bien este tratamiento de “shock” puede parecer demasiado agresivo, “cuando la salud de muchas personas está en juego, una estrategia así está plenamente justificada”, al más puro estilo de un príncipe italiano de cuyo nombre no queremos acordarnos.
Ha informado Gustavo Rana, el reportero más dicharachero de Consumo ConCiencia.
P.S.: Antes de que alguien nos ponga una querella criminal, queremos aclarar que esto es una inocente broma propia del 28 de diciembre y que está realizada con humor y sin acritud.
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