La falta de luces
Luces, sí… eso cuya presencia es inversamente proporcional en algunas cabezas a la cantidad que instalan en las calles. En estos días, el ínclito Ayto. de Zaragoza, ese que nos tiene vetados y que intenta (intenta…) que no podamos hacer nuestro trabajo, exhibe su repugnante derroche, mientras personas, negocios y asociaciones boqueamos con el agua superando no sólo el cuello sino los ojos… Si los 400.000 euros que gastaron el año pasado en iluminación navideña eran un insulto (habían pasado de suponer 100.000 € en 2018 a esa cifra) en esta campaña el presupuesto aumentó otro 75% para alcanzar los 700.000 €. Y mirad por donde, ayer nos veníamos a enterar de que el Ayto. de Alicante, también de extrema derecha, prepara una ordenanza municipal para establecer multas de hasta 1500 € por pedir, asearse o dormir en la calle, mientras gasta 140.000€ en un belén (suponemos que tan insultante como el de la capital maña). Así que, por si alguien tenía dudas de por qué somos de l@s que felicitamos el solsticio, ahí van un par de detallitos.
Ya veis, es día 25, y no nos hemos resistido a hacer una declaración un poco fuera de tiesto y sin que nadie nos la pida, como el chico ese tan preparado que la hizo anoche.
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