Recordaréis algun@s que hace un tiempo os hablamos de un documento que elaboró la Fundación por la Trasformación de las Políticas de Drogas son una propuesta de regulación de estimulantes, esencialmente de cocaína, de anfetaminas y de MDMA. El informe completo es largo y por eso os enlazábamos una síntesis de escasas seis paginitas de texto. Pues bien, un colaborador nuestro que es traductor profesional nos ha hecho el favor de traducir el documento (también se lo enviamos a “Transform”, como aportación) y aquí lo tenéis, a vuestra entera disposición. Esperamos que sea de vuestro interés…;-)

Cómo regular los estimulantes. Una guía práctica (Resumen del Informe)

Por qué regular los estimulantes

Hay un creciente consenso respecto al fracaso de la «guerra contra las drogas». A pesar de décadas de intentos de acabar con el tráfico de drogas, y de miles de millones invertidos en ese proceso, los resultados han sido catastróficos. La producción y el consumo son mayores que nunca, y las muertes asociadas con las drogas alcanzan niveles sin precedentes. Además, no han dejado de aumentar la violencia y la explotación generadas por dejar este inmenso negocio mundial en manos de la delincuencia organizada. El reconocimiento de que la prohibición de las drogas no está funcionando ha propiciado la legalización y regulación de los mercados del cannabis en varios países. No obstante, esto solo afecta al problema de forma parcial, puesto que no se modifican los aspectos más negativos de la política mundial de drogas.

Los estimulantes (como la cocaína, la MDMA y las anfetaminas) suponen una gran proporción del tráfico mundial de drogas, y cada vez son más baratos, más abundantes y más potentes. Estos están relacionados con un abanico de efectos dañinos: desde la violencia endémica de la distribución de cocaína, hasta las muertes innecesarias provocadas por el consumo de pastillas de MDMA demasiado potentes. Muchos de estos efectos dañinos son una consecuencia directa de su ilegalidad, y podemos reducirlos adoptando un enfoque diferente. Fundamentada en estudios académicos internacionales y en las mejores prácticas de los mercados regulados legalmente (lo que incluye el alcohol, el tabaco, los fármacos y el cannabis), Cómo regular los estimulantes: una guía práctica que presenta nuestra visión de cómo debería ser este nuevo enfoque.

Principios básicos

La política de drogas debería mejorar la salud pública, proteger los derechos humanos y fomentar la justicia social. También debería diseñarse para reducir la delincuencia, la corrupción y la violencia ligadas al tráfico de drogas. Al mismo tiempo, es esencial que la política de drogas actúe contra la comercialización indebida, la búsqueda de beneficios y la excesiva influencia de las grandes corporaciones en la formulación de políticas. No basta con sustituir un mercado ilegal no regulado por una alternativa comercial insuficientemente regulada. Un nuevo mercado de drogas regulado legalmente debe garantizar que los beneficios repercutan en todos los segmentos de la población, incluyendo los grupos marginados antaño involucrados en el mercado ilícito, y que no estén limitados a los intereses de las empresas o de los grupos privilegiados.

Aunque parte de la motivación para la regulación legal es proteger mejor las libertades individuales y de las comunidades, las drogas no son una «mercancía ordinaria», por lo tanto, deben regularse de un modo que tenga en cuenta sus riesgos. Por este motivo, proponemos un modelo global basado en un estricto control gubernamental sobre cada fase de la cadena de suministro. Un componente clave de este modelo sería un monopolio estatal sobre la fase de distribución, lo cual implicaría que solamente una agencia gubernamental específica podría vender cocaína, MDMA y anfetaminas. Esto es similar a la forma en la que se regulan las ventas de alcohol en algunas zonas de Canadá, Estados Unidos y Escandinavia, o de cannabis en algunas provincias de Canadá. Dentro de este sistema, y con variantes que atiendan a las condiciones y prioridades nacionales, se crearían agencias específicas reguladoras de drogas encargadas de dar licencias para la producción, de supervisar y de imponer estrictos controles de calidad. En lugar de cadenas de suministro no reguladas plagadas de violencia y explotación, la regulación permitiría establecer estrictas normas laborales.

(FOTO 1)

Propuesta de diseño de envases de cocaína

DISEÑO: Halo Media

Tapa a prueba de niños y resistente a la manipulación

Envase blanco sin marca

Etiquetado claro del contenido

Otros elementos (no visibles) incluyen:

etiquetado del contenido en braille • fechas de caducidad • código QR

Dirección web para ampliar la información sanitaria

El vial es de un color poco atractivo, un Pantone 448C, como el usado para el tabaco, con embalaje sencillo y con ventana transparente en el dorso para mostrar el nivel de contenido

Precinto holográfico de seguridad en la tapa de la caja, con logotipo de advertencia, actúa como una medida para evitar la manipulación y las falsificaciones.

Advertencias sanitarias de alta visibilidad, logotipos de advertencia y recomendaciones de seguridad

Prospecto en papel doblado con detallada información de salud.

Cualquier ingreso generado por el suministro de estimulantes podría financiar la ampliación de las actividades de educación, tratamiento y reducción de daños, y la promoción del desarrollo sostenible de las comunidades afectadas históricamente por la guerra contra las drogas, incluyendo las regiones de producción y de tránsito. Con un sistema de este tipo, responsable y no comercial, no existiría el incentivo de obtener beneficios por el aumento de las ventas, lo cual significa que las metas centradas en la salud pública podrían ser prioritarias. La publicidad no se permitiría y los productos, sin marca, se venderían a través de establecimientos parecidos a farmacias. Estos establecimientos no venderían otras drogas, incluido el alcohol, y el personal estaría debidamente formado. Este enfoque facilitaría una readecuación de los fundamentos de la política de drogas, estableciendo un enfoque económico y cultural apoyado en la salud pública y la justicia social.

Modelo de regulación

Producción

Los Estados crearían una agencia reguladora de drogas para conceder licencias para la producción y la venta al por menor de estimulantes. Las normas de control de calidad garantizarían que se conociera el contenido y la potencia del producto, y que estos fueran siempre los mismos, reduciendo las sobredosis y las intoxicaciones. Los acuerdos comerciales internacionales ayudarían a prevenir la apropiación empresarial del sector por parte de grandes corporaciones, y a establecer unos principios de comercio justo. También protegerían los intereses de las personas y de las comunidades económicamente marginadas actualmente implicadas en el tráfico de drogas, incluidos los cultivadores.

Productos

Los productos se venderían en envases sin marca, sellados, inviolables y con un mecanismo de seguridad respecto a los niños; con dosis estandarizadas y etiquetados de manera que reflejasen claramente el contenido, con una muy visible información para la salud basada en los estándares de los productos farmacéuticos. Las anfetaminas y la MDMA estarían disponibles en forma de comprimidos, y la cocaína, en polvo. Los precios estarían determinados por la agencia reguladora de drogas y se revisarían periódicamente. Los preparados específicos de baja potencia y de menor riesgo (p. ej., el té de coca o de efedra con poca potencia) podrían ponerse a la venta de una forma más generalizada, fuera de estos establecimientos especializados y con menos restricciones.

Distribuidores y puntos de venta

Los productos se venderían en establecimientos especializados parecidos a farmacias, con personal capacitado para ofrecer a los consumidores información sobre los riesgos de las drogas, sobre reducción de riesgos y de daños y sobre recursos asistenciales. Las autoridades locales estipularían la ubicación y las horas de venta sobre unas directrices nacionales básicas, lo que permitiría un grado de flexibilidad cuando fuera necesario. Habría un control legal de la señalización externa, la exposición del producto y del marketing de los puntos de venta, prohibiendo los elementos promocionales. Los estimulantes no se venderían en otras tiendas, ni tampoco en locales de ocio.

Compradores

Las ventas estarían disponibles solamente para adultos.

Las compras individuales se limitarían a 5 × 30 mg de MDMA en forma de comprimido, 4 × 10 mg de dexanfetamina o 1 gramo de cocaína en polvo.

Marketing

Los productos carecerían de marca y estarían sujetos a una prohibición total de publicidad, patrocinio y cualquier otra forma de marketing.

Productos de mayor riesgo

Preparados fumables de estimulantes, tales como la cocaína en forma de base (crack) o la metanfetamina cristalizada no estarían disponibles para la venta al por menor.

A las personas que fuman (o se inyectan) estimulantes no se les perseguiría penalmente, y tendrían acceso a los servicios de tratamiento integral, sanitario y de reducción de riesgos y de daños (incluyendo espacios de consumo supervisados y opciones de prescripción de sustitutos) así como a un apoyo integral. El objetivo es fomentar el consumo de menor riesgo y en entornos más seguros, a la vez que se mantiene un enfoque basado en la salud de apoyo a las personas que siguen con consumos de alto riesgo.

Siguientes pasos

Nuestras propuestas para una regulación responsable pretenden satisfacer la demanda de estimulantes, a la vez que se trata de moderar los consumos de alto riesgo y reducir las consecuencias destructivas del comercio ilegal no regulado. Nuestra propuesta eliminaría, si fuera posible, los incentivos comerciales que aumentan el consumo, estableciendo un sistema público de suministro orientado a la salud.

Cómo regular los estimulantes: una guía práctica es el primer intento detallado y ampliamente desarrollado de exponer una alternativa pormenorizada a la prohibición en este ámbito. Su objetivo es estimular el debate sobre un problema crítico para el cual hay un déficit de soluciones políticas. El fracaso continuo de la “guerra contra las drogas” y los terribles perjuicios adicionales que ha generado, requieren un enfoque alternativo. Este libro es una invitación a todas las personas preocupadas por el fracaso de las políticas en materia de drogas para que se unan a ese debate y contribuyan a construir un cambio positivo.

Cómo regular los estimulantes. Una guía práctica

A medida que aumenta el consenso acerca de que la «guerra contra las drogas» ha fracasado, también crece la necesidad de un análisis honesto de las alternativas. Es fundamental que iniciemos un debate serio sobre como debemos regular legalmente los estimulantes. Este libro brinda un potente punto de partida”

(La Muy Honorable) Helen Clark

Presidenta de la Global Commission on Drug Policy (Comisión Mundial de Políticas de Drogas), Ex-Primera Ministra de Nueva Zelanda y administradora del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)

Si nos tomamos en serio la reducción de riesgos y de daños, precisamos una conversación madura acerca de lo que puede implicar en la práctica ir más allá de la prohibición. Cómo regular los estimulantes es un paso importante en esa dirección”

Dr. Carl L. Hart

Profesor Ziff de Psicología (en Psiquiatría). Universidad de Columbia.

Perdí a mis dos hijos la misma noche después de que hubieran consumido MDMA de una pureza y potencia desconocidas. Es el momento de aceptar que el consumo de drogas es algo que existe y de encontrar formas de hacer que sea más seguro. Espero que este libro contribuya a hacer de esas reformas una realidad”

Ray Lakeman

Participante de la campaña “Anyone’s Child” [«Podría ser tu hija/o»] Families for Safer Drug Control (Familias para un control de drogas más seguro)

Tras haber sido testigo de primera mano del trágico drama humano de la guerra contra las drogas” en Colombia, puedo dar testimonio sobre la urgencia de alternativas creíbles. Transform está cada vez más cerca de poner fin a la catástrofe que conllevan estas políticas.”

Sir Keith Morris,

Ex-embajador de Reino Unido en Colombia

La Fundación Transform Drug Policy, dedicada a transformar la política de drogas, es una organización benéfica registrada en el Reino Unido (n.º 1100518) y una sociedad limitada (n.º 486217)

www.transformdrugs.org @TransformDrugs

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