Últimamente no habíamos tenido mucha suerte con las adquisiciones para nuestra biblioteca, y nos habíamos comido algún que otro petardo. Nada que ver con el texto que os recomendamos (de nuevo) a continuación. Un librazo interesante para tod@ ciudadan@ (bueno, en España aún somos súbdit@s), más interesante todavía para quienes consumen drogas ilegales (especialmente cannabis, claro, pero no sólo) y absolutamente imprescindible para todo profesional del ámbito “preventológico” y, por supuesto, del mundo del derecho.
Robando minutos al descanso, pero con gran placer, hemos leído este texto de los compañerazos del despacho de abogad@s Brotsanpert, elaborado en base a miles de horas de estudio y a una larguísima experiencia en la defensa valiente y honesta de los derechos civiles y colectivos.
Ya sabéis que desgraciadamente respecto a las drogas ilegales vale todo; para mal, por supuesto: desinformar, prescindir de la ciencia y mantener los mitos prohibicionistas, crear y sostener prejuicios, estigmas y la más flagrante hipocresía y, en el ámbito legal, saltarse todo principio del derecho. Y ojo, porque ahora no nos referimos en general a toda la construcción legal de la delirante, criminal y criminógena doctrina prohibicionista, sino a la violación sistemática incluso de la legislación imperante.
Efectivamente, Francisco Azorín y Héctor Brotons ni tan siquiera basan su obra en una (necesaria) critica a la legislación internacional y local, ni se extienden en un análisis desde el punto de vista socio-histórico y económico-político de las evidentes falacias e intereses en los que se basa la “Guerra contra (algunas) drogas”, aunque evidentemente, comparten esta lectura crítica. Ni siquiera enfocan el libro en las necesarias propuestas de reforma en cuáles debieran ser los caracteres de un marco regulatorio sensato y adecuado para proteger de verdad tanto la salud como los derechos.
Sencillamente hacen un análisis exhaustivo de la inseguridad jurídica actual, de la falta de concreción y de criterios objetivos en las leyes sobre drogas y de los abusos a la hora de aplicarlas, e incluso de sus contradicciones con la propia Constitución. En resumen: le sacan los colores a una realidad legal actual que viola los derechos de (sin exagerar, y sólo contando los de este país) millones de personas y que lo hace vulnerando principios elementales de legalidad,de taxatividad, de proporcionalidad, etc. y apelando sistemática (y vergonzosamente) al concepto de la “máxima de la experiencia”. No nos vamos a extender aquí y ahora en este último término, y que nos disculpe la judicatura pero, máxime en el tema de las drogas tan lleno de prejuicios y mitos, este está más cercano a promover el dictado de sentencias con la “objetividad científica” del refranero popular, que a hacerlo bajo criterios serios, fiables y objetivables.
Lean, por favor, este libro; un instrumento de primer orden para conocer y defender los derechos. Que no nos expropien también el conocimiento de ellos, como ya hicieron y hacen permanentemente con el de otros aspectos de este delicado, amplísimo e importante tema de las drogas.
Os enlazamos la nota de prensa que están utilizando para las presentaciones donde detallan algunos aspectos del contenido del libro.
¡¡¡No os lo perdáis!!!
Os dejamos la nota de presa del libro de Fran Azorín
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