Disculpad el título irónico e iconoclasta (esperemos que no lo suficiente como para que la Asociación de Abogados Cristianos nos ponga una querella, tan habitual en ellos…) pero ya sabéis que el tema del sensacionalismo de la prensa nos tiene un poquito hasta las meninges.
Tal vez hayáis escuchado o leído en las últimos tiempos hablar de ¡¡tachán!! ¡¡la “nueva droga”!!: el “agua de dios” o “agua sagrada”. Lo de nueva droga está entrecomillado porque no hay vez que los (##¡*!) medios de desinformación masiva no utilicen esa fórmula para llenar titulares llamativos y hacer, al tiempo, gala de su irresponsabilidad y su amarillismo.
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